Nueva York se paseó en el TD Garden
- Fernando Galarza
- 17 may
- 2 Min. de lectura
Los Knicks aplastaron a los Celtics 119-81 y se metieron en la Final de la Conferencia Este

sehabladeportes.com - 17 de mayo 2025
Los New York Knicks hicieron historia al eliminar 119-81 a los campeones defensores, los Boston Celtics, en el sexto partido de las semifinales de la Conferencia Este. Con esta aplastante victoria, los neoyorquinos regresan a una Final de Conferencia por primera vez desde el año 2000, donde curiosamente volverán a enfrentar a sus viejos rivales: los Indiana Pacers. La serie arrancará este miércoles en el Madison Square Garden.
Desde el primer minuto, el equipo de New York impuso su autoridad ante unos Celtics irreconocibles sin su estrella Jayson Tatum, lesionado con rotura del tendón de Aquiles. Boston apenas logró 37 puntos en la primera mitad y llegó a estar 41 puntos abajo en el tercer cuarto, provocando el silencio absoluto en el TD Garden.
Jalen Brunson fue nuevamente el líder ofensivo de Nueva York con 29 puntos, mientras Karl-Anthony Towns brilló con un doble-doble de 25 puntos y 12 rebotes. La intensidad defensiva y la ofensiva de los Knicks nunca bajaron, dejando sin respuestas a unos Celtics que se despidieron con una imagen opaca.
Para Boston, la eliminación no solo significa el fin del sueño del bicampeonato, sino que abre interrogantes de fondo. Con Kristaps Porziņģis mostrando fragilidad física y Al Horford en la recta final de su carrera, el equipo más laureado de la NBA enfrenta una etapa de reconstrucción. Peor aún: tres de las cuatro derrotas en la serie ocurrieron con Tatum en cancha, dejando claro que el problema va más allá de las lesiones.
Por su parte, los Knicks viven un momento dorado. Después de un cuarto de siglo, vuelven a una Final del Este con un equipo sólido, una afición encendida y un líder con mentalidad ganadora. “Esto no es un techo, es solo el comienzo”, declaró Brunson al finalizar el encuentro.
La historia se repite: Knicks vs Pacers en una final que promete reeditar una rivalidad legendaria. Pero esta vez, Nueva York quiere que el final sea distinto.








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